lunes, 2 de agosto de 2010

Mi nueva era

Queridos lectores, lectoras, amigas, amigos y gente que admiro:


Pronto la vida literaria de éste que escribe, iniciará una nueva etapa. Pero, si me permiten, quizá lo primero que debería contarles es cómo empezó:

A decir verdad, fue hasta hace poco que supe realmente que quería ser escritor. Para entonces estudiaba leyes, orillado por la presión de mi padre, por el miedo a confrontarlo y por mi indecisión. Sería injusto culparlo a él de mi desatino, finalmente cada quien es el principal responsable de sus decisiones y el dueño único de su vida, además de que en el fondo yo no tenía completamente claro a qué quería dedicar la mía. Ni siquiera me había preguntado si tenía una misión.

Alguna vez supe que quería ser músico, pero para un mortal imberbe al que aparentemente el destino lo condenó a vivir entre economistas, contadores y abogados, resulta difícil dar el paso y gritar a los cuatro vientos la revelación. Un día me atreví a hacerlo y los resultados no fueron los mejores. Tampoco fueron malos, de hecho aquí pueden escuchar una que otra canción: www.myspace.com/kolomusik

Pero bueno, intentaré no desviarme más, que ya bastante lo hice. El caso es que fue el amor, como siempre suele hacerlo, el que acabó por abrirme las brechas que me conducirían después a mi auténtico camino, el de las palabras y la tinta. A mitad de la carrera, saliendo de una clase de “sucesiones” (materia que a la fecha me causa conflictos, sobre todo porque heredé malas maneras, vicios y una nariz por la que prefiero evitar las fotografías de perfiles) descubrí en el jardín a una mujer que me hizo perder la razón, que luego descubrí no estaba perdida, sino más bien secuestrada por el corazón.

Como siempre fui tímido, vecino de los idiotas, nunca me atreví a decirle nada y me conformé con escribirle bajo un pseudónimo. Averigüé todos sus datos y su cuenta de correo electrónico y, con la ilusión de que mis letras la enamorarían, comencé a escribirle y a escribirle. Además de recurrir al anonimato, para ser aún menos obvio, en los correos que le enviaba incluí a otras personas cuyas direcciones obtuve de una base de datos de estudiantes de la universidad. De aquella larga lista de personas sin rostro sólo la conocía a ella y no me interesaba la respuesta de nadie más que la suya. Los demás destinatarios me servían simplemente para ocultarme más. El primer correo que mandé fue este: fjkoloffon.blogspot.com/2008/07/el-1er-escrito.html , que releo y me sonrojo de lo cursi.

Diario revisaba mi bandeja de entrada con la esperanza de que alguna de mi cartas hubiera llamado su atención. Y jamás contestó. Pero a cambio empecé a recibir algunas respuestas de otros de los destinatarios, que en algunos casos se decían hondamente tocados por mis palabras y sobre todo asombrados por haberlas recibido en el momento perfecto (bendita sea la sincronía). Esta fue la primer respuesta a mi primer correo: fjkoloffon.blogspot.com/2000/09/la-primera-respuesta-mi-primer-correo.html
Entonces comencé a establecer un vínculo con ellos y ya no sólo escribía para la que me había robado el sueño, sino ahora sí para toda la lista. Por cada nuevo correo que enviaba por lo menos recibía uno de vuelta. Por supuesto que recibí tantas muestras de empatía como burlas y críticas, pero nada ni nadie me detenía. A partir de ese momento escribí sin parar. Y en el instante mismo en que enviaba cada mensaje, siempre dirigidos a la lista original —incluida ella—, me invadían unas ansías incontenibles de conocer los efectos que posiblemente causaría, y el sólo hecho de comprobar que algo pasaba y que las reacciones surgían, me empezó a inyectar una energía sobrenatural que acabó por convertirse en mi fuente de vida, en el latir de mi corazón. Cada que encuentro las palabras en el techo entiendo para qué nací. Para seguirlas buscando.

Continué escudado en mi pseudónimo durante varios años, me avergonzaba tanto desnudarme, salir a la calle sin armadura. Existía ya un número considerable de personas que conocía demasiado de mí y hasta cierto punto me resultaba bochornoso. Pero llegó un momento en que me fue imposible contener esta fuerza que me provoca la escritura, si no exclamaba quién era, estallaría. Así que en el cumpleaños de mi padre, frente a toda mi familia, antes del postre puse sobre la mesa el borrador de mi primer libro. A él se le iluminó la cara porque juró que se trataba de mi tesis de la maestría que estudié en ciencias afines al Derecho, mas no finas. Todos ignoraban que las ojeras se debían a los años de madrugada que pasé en la computadora escribiendo El Astronauta Terrestre. Apenas aquella noche se enteraron que escribía.

Con la ayuda de distintas personas, entre ellos mi padre, publiqué de manera independiente la novela (acompañada de un soundtrack que compuse junto con otro desertor de las leyes) y conseguí que se distribuyera en distintas librerías con las que constantemente discutí para que no lo arrumbaran al fondo de los estantes o en las bodegas.

Una tarde que me senté a buscar qué sucedía con El Astronauta Terrestre en Google, me topé con la mayor sorpresa de mi vida (que pasó a segundo lugar cuando mi entonces novia me avisó que estaba embarazada): Librerías El Sótano lo mencionaba en el Periódico Reforma como el tercer libro más vendido en la sucursal de Miguel Ángel de Quevedo. Ese día me invadió una gran certeza…

El Astronauta Terrestre se puede descargar gratis desde aquí: http://www.elastronautaterrestre.com/

Les cuento todo esto porque me parece evidente que absolutamente todas las cosas en efecto ocurren por algo, pero antes que nada porque estoy convencido de que somos seres creadores, extraordinarios, capaces de transformar la realidad por avasallante que parezca. La fe, la confianza, la pasión y la entrega son las armas de quienes luchan contra la corriente para fluir hacia su porvenir.

Y luego de esta historia, que tengo la certeza de que apenas comienza, regreso al inicio, cuando mencioné que estoy por iniciar una nueva etapa en mi vida como escritor. Y lo digo porque se aproximan novedades y nuevos retos (qué sería de nosotros sin ellos) que me gustaría compartir:

En primer lugar, en orden de acontecimientos, quiero avisarles que en breve estrenaré un nuevo portal: http://www.fjkoloffon.com/ , desde el que sin ningún costo podrán seguir descargando El Astronauta Terrestre y en el que, además, —este punto es el principal que quiero transmitirles—, se comenzará a difundir información acerca de la nueva novela, que se publicará en 2011 bajo el título de EL TROMPETISTA y la cual nuevamente contendrá un soundtrack, en el que figurarán temas de bandas como Bright Eyes, Monocordio, La Habitación Roja, Los Románticos de Zacatecas, El Columpio Asesino, Cahuenga, Mercromina, Gepe, San Pascualito Rey, Chikita Violenta y otros grandes artistas. Otra alegría muy grande es que también desde el nuevo portal lanzaré una tienda muy especial y significativamente diferente a todas las que conocen, de la que ya les daré detalles más adelante.

Por último, quiero aprovechar que actualmente soy una persona un poco más libre que hace algunos años y que la tecnología hoy día nos permite expresarnos abiertamente a través de distintos canales (una herramienta preciosa especialmente para quienes tenemos la fortuna de que cierta gente se interese en leernos), para establecer contacto con mis lectoras y lectores, por lo que los invito a que me sigan en twitter (www.twitter.com/FJKoloffon) y en facebook (www.facebook.com/FJ.Koloffon), desde donde igualmente les comunicaré noticias, adelantos y donde aprovecharé asimismo para compartir palabras, frases, fotos, ideas, pensamientos, deseos y, por qué no, una que otra vanalidad. Aprovechemos las nuevas tecnologías que nos permiten estar realmente unidos y conectados en colectividad.

Lo mejor para todos ustedes,

@FJKoloffon
Bio: abogado de papel,
publicista de oficio
y escritor de corazón.
Abandonó el deporte el día de su matrimonio
aunque actualmente corre la maratón de la vida.

Vivimos una era en que prácticamente todo es posible si lo deseamos. Es cosa de creernos.

sábado, 16 de enero de 2010

Feliz cumpleaños.

FELIZ CUMPLEAÑOS
FJ. Koloffon


Si el día que nacimos empezamos a morir, entonces deberíamos vivir más seguido.

Son ya algunos años los que tengo, y los que ya no. La edad puede ser poca o mucha, depende de la mirada de quien la juzgue. Yo, que ya sólo veo a través de los ojos de mis hijas, considero que tengo la suficiente para hacer un recuento de las cosas que he hecho y de las que todavía permanecen en mi mente como una ilusión oxígena.

Qué bueno que en los cumpleaños toque pedir deseos, porque yo aún conservo muchos en el estómago que comienzan a hacerme sentir demasiado barrigón como para poder cumplirlos. Quizá sea tiempo de enfocarme en los más profundos y resignarme a degustar el resto en una buena sobremesa con los amigos, a los que, por cierto, debería ver más, porque cada vez tengo menos.

Mi cuerpo ya no es el de un joven fornido, sin embargo, aún conservo en buena forma la intención de ser feliz. Esa ha sobrevivido a la batalla diaria de la vida, que siempre insiste en poner a prueba si estoy hecho para lo que creo que existo. Si no amara lo que hago, hace tiempo habría desistido. O simplemente viviría desilusionado o, lo que es peor, sin ningún motivo más que el de despertar para volver a dormir.

Sin duda que los amaneceres son nuevas oportunidades —que no me he cansado de desperdiciar con el transcurso de los días—, y las noches la aliviosa posibilidad de reencontrarse con ellas a la mañana siguiente. Metido en la cama con la luz apagada, los ojos cerrados y las manos puestas junto con los pensamientos en el corazón, es cuando reconozco mis auténticos anhelos, los que generan en mis adentros la certeza de lo que significa alegría. Supongo que cada quien tendrá su propia definición.

En esta lucha constante llamada existir, he aprendido algo que vale tomar en cuenta: la felicidad no se encuentra en el futuro. Por ello, a donde sea que uno vaya, considero que es mejor no partir desde la esperanza, sino desde el ahora mismo. El presente es el tiempo de los dichosos, y ese tipo de gente, que camina tan campante por la vida, sabe lo que muchos consideramos el más grande e indescifrable de todos los misterios: nacemos simplemente para ser. Para eso vinimos, no hay más.

Pero vaya que es difícil, es algo que necesariamente debe recordarse todos los días o de lo contrario se olvida y acaba uno por confundirse. A mí me pasaba los días quince y los treinta, cuando me pagaban por trabajar de algo que me hacía infeliz. Entonces, con los bolsillos llenos, hasta me hacía un poco a la idea de que tal vez sí había nacido para eso. Pero los meses tienen menos quincenas que días y estar en un lugar que no es realmente el tuyo termina por fruncirte el seño y frustrarte el espíritu.

Aunque papá jura, y a su manera me reprocha —dado el dinero y las esperanzas que invirtió en mí—, que de haber continuado de abogado ahora sería mucho más rico, yo estoy seguro que esta tranquilidad de la que soy dueño no me hubiera alcanzado para comprarla ni con la mayor de las comisiones del más caro juicio. La paz que arrulla a los sueños al final de un largo día es invaluable.

Y si bien pertenencias todavía tengo pocas, en posesiones puedo presumir que soy rico. Atesoro en el alma el amor puro de mis hijas, el celoso amor de mi esposa, el amor mudo de mis hermanos y el amor de mis padres, que, como el mío por mis hijas, es infinito y sin condiciones.

De lo que urge que me apropie, a como dé lugar, es de mi existencia, ser dueño absoluto de mis acciones, de mis ideas, de mis decisiones y de todas las consecuencias que el mundo tenga preparadas para mí cuando finalmente me decida a ejercer plenamente mi derecho a la vida, a ser quien soy, a hacer lo que precisamente me produce en el interior ganas de vivir.

Si fuera todavía un niño, o más bien un joven, y mi padre me diera a escoger un regalo de cumpleaños, creo que le pediría que intentara no verme como el reparador de sus frustraciones. Quizá esté todavía a tiempo de pedírselo, aunque ya sea yo todo un adulto. Por mi parte, si acaso a mis hijas les interesan, tengo el propósito de regalarles mis logros en herencia; las decepciones trataré de llevármelas a la tumba y descansar en paz con ellas. Lo juro.

Por lo que a mí deseo respecta, hoy que envejecí, le pido a Dios fuerzas, claridad, milagros, confianza y una que otra proeza para seguir mi camino y cumplir mi misión, que es probablemente la misma de todos: ser feliz. Que conserve la energía para vivir, como si fuera el primer día de mi vida. Y las ganas, como si fuera el último. Y que sea también capaz de construirle una gran casa a mi familia y recuerdos felices a los que puedan recurrir cuando la tristeza toque a la puerta.

Gracias a la vida por sus detalles, por sus protagonistas, por el amor, las sorpresas y por todos aquellos instantes que hacen que valga la pena vivir. Y gracias, sobre todo, por permitírmelo, porque estoy aquí y respiro, porque un día como éste, de hace algún tiempo, nací.

Feliz cumpleaños a mí.




1. El autor faculta, a quien así lo deseé, a utilizar o reproducir el presente texto de manera parcial o íntegra por cualquier medio, siempre que incluya la cita respectiva.
2. Recuerda que ya puedes descargar de manera gratuita su primera novela, El Astronauta Terrestre, a través del sitio: www.elastronautaterrestre.com 3. Comentarios: www.facebook.com/fj.koloffon

martes, 19 de agosto de 2008

Mario

El Miércoles 6 de agosto de 2008, a las 8:30 p.m., murió Mario, mi abuelo. A los que lo conocieron, decirles que las últimas palabras que mencionó, ayer, entre dolores, fueron, como siempre, positivas. Nos sacaron a todos lágrimas y una sonrisa.

A los que no lo conocieron, contarles que fue un gran hombre, sonriente, generoso, cariñoso y sumamente optimista. Le encantaba hacer cosquillas en los brazos y en los pies de su familia, sobre todo en los de sus hijas, a las que consintió toda su vida. Tuvo tres, Rosa, la grande, Olga, mi mamá, y Andrea, la chica.

Ellas y Rosa, mi abuela, con la que duró casado 63 años, estuvieron junto a él en todo este proceso, en el que, a pesar de lo rápido, nos dio tiempo de hacer en su honor un gran festejo. No todas las personas tienen la fortuna de que les celebren un homenaje en vida, y él lo gozó de principio a fin. Le organizamos una maravillosa comida en la que estuvimos presentes todos y cada uno de los miembros de las familias que crecimos de las semillas que él sembró. Aparentemente el plato fuerte era un filete mignon, pero nunca sospechó que en las paredes del restaurante proyectaríamos un video con un mensaje que le grabamos los que más lo queremos, desde sus hijas hasta sus bisnietos. Sin duda, lloró.

Somos una familia muy afortunada de haberle dicho y demostrado que lo queríamos. Y a él le gustó tanto que estoy seguro que se llevó el agradecimiento al cielo como una deliciosa cobija. Pronto subiremos, el video a youtube para que los que quieran puedan verlo.

Muchos de ustedes saben que de corazón soy escritor, pero pocos saben de qué tamaño es el corazón de mi abuelo. Es lo suficientemente grande como para solapar y alimentar los sueños excéntricos de sus nietos. Por lo menos los míos los nutrió como pocos lo han hecho. Enseguida salió a la venta mi primer novela en librerías, él se dedicó a averiguar en cuales de la zona la vendían y se dedicó a recorrerlas una por una para fomentar el rumor de que sí se vendía. Compró fácilmente cuarenta, y en gran medida gracias a eso, en esa semana alcancé el tercer lugar de ventas de una famosa cadena. GRACIAS, ABUELO.

Gracias sobre todo, Abuelo, por cultivar en nuestros espíritus la unión, el placer por la vida, la sencillez y la alegría. Gracias por compartirnos todo lo que tenías, los cachetes de los mangos, el amor, los sentimientos y las caricias, porque siempre, para todos, tenía. Gracias por ser un ejemplo y por contagiarnos en estos momentos de tu dicha.

Estamos orgullosos de ti.

Endondequiera que estés, puedes estar tranquilo. Tus mujeres estarán cuidadas, especialmente mi abuela. Despreocúpate y relájate, y como disfrutaste de la Tierra disfruta del Cielo. Te mando hasta allá un gran beso.

Nos vemos después,

Paco.




viernes, 1 de agosto de 2008

El Astronauta Terrestre: descárgalo gratis y libremente...

Mira aquí la nota y descarga la novela gratis:

SANBORNS INFORMA:

México, D.F. a 14 de mayo de 2008.

Con el propósito de difundir y promover la lectura, Sanborns lanza a partir del día de hoy la novela El Astronauta Terrestre en su versión digital, la cual podrán descargar de manera gratuita todos aquellos cibernautas que estén interesados en leer esta historia de fantasías y realidades del escritor mexicano FJ Koloffon, la cual ocupó los primeros lugares de ventas de diversas librerías del país poco después que fue publicada.

El Astronauta Terrestre es la historia de un hombre que luchó por sus sueños y por encontrar el amor de su vida, ayudado por la magia y la música. A decir del autor se trata de un libro que no promete finales contentos o tristes, sino finales que contemplan nueva vida. La novela ha sido calificada por la prensa y por el mismo escritor, como la novela de los sueños, de la magia, de la vida, de los que aman en secreto y los que escriben a escondidas.

Hay que tener el valor de cambiar la vida que no nos gusta, apunta FJ Koloffon, quien nació en la Ciudad de México en 1976. Músico sin música hasta los 26 años y escritor anónimo hasta el 2004, cuando se descubre con El Astronauta Terrestre, su ópera prima. No ha tenido más incursión en las letras públicas, solamente en las leyes, que lo hacen ilegal. Estudió la carrera de Derecho y algunas otras ciencias afines, mas no finas...

Esta es la primera vez que desde el portal de Sanborns se permite la descarga libre y sin costo de alguna obra literaria, y se da con el fin de promover el trabajo de nuevos autores, quienes por su parte buscan darse a conocer entre los lectores de nuestro país que buscan nuevas formas y posibilidades de escritura.

La gente podrá descargar fácil y gratis la novela con únicamente ir aquí:


EL ASTRONAUTA TERRESTRE
una novela de FJ Koloffon

Recomiéndalo!


Para más información acerca del autor y de su obra:

Sólo Sanborns...

jueves, 31 de enero de 2008

Lonely Soul on the Run

Lonely Soul on the Run

Cuando la gente me pregunta acerca de la trama de El Astronauta Terrestre, no suelo decir si las cosas son o no verdad o si en la realidad ocurrieron. Pero esta vez quiero compartir con ustedes un pequeño secreto:

A todos aquellos que han leído El Astronauta Terrestre, quizás recuerden que dentro de la historia aparece un grupo llamado Los Lunáticos (capítulo XII). Su nombre verdadero fue (pues ya no existen): The Samsara Aliens. De todas las canciones que están referidas como citas a pie de página en el libro, la única que jamás se ha editado y la cual prácticamente nadie a oído (más que los asistentes al concierto en que fue grabada), es la identificada con el número de nota 162 dentro de la página 265.

La canción se llama Lonely Soul on the Run (la letra aparece a continuación) y la pueden descargar desde www.myspace.com/kolomusik

Acabo de subirla, es una primicia, y gracias a ella podrán conocer la voz de Lansbury Frapp.

Espero que la disfruten.

Saludos,

FJ Koloffon.


LONELY SOUL ON THE RUN

And there are times when I feel so alone
And there are times when my baby is not home
For my soul on the run
My lonely soul on the run
God I have to know how this works

And there are times when I feel so afraid
And there are times when I don't know what to do
For my soul on the run
My lonely soul on the run
Gods and seas relieve us alone

Stand still brake the chains and run free
Release me and the voices locked in
Come out go look for and discover
The love, the love, the love of a life
You have to find the love of a life

And there are times when I feel so alone
And there are times when I have to be strong
For my soul on the run
My lonely soul on the run
God I have to know how this goes

Stand still brake the chains and run free
Release me and the voices locked in
Come out go look for and discover
The love, the love, the love of a life
You have to find the love of a life

My Lonely Soul on the run
My Lonely Soul on the run
My Lonely Soul on the Run

Love, love, love
Love, love, love
Love, love, love

P.D. ya hay más ejemplares en librerías el sótano (m.a. de quevedo)

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miércoles, 19 de septiembre de 2007

¿Necesitas una disquera?

¿Necesitas una disquera?

El día de ayer tuve el gusto de participar en un panel dentro de la Latin Alternative Music Conference que se llevó a cabo en el Salón Vive Cuervo. El tema a exponer y discutir fue: "¿Necesito una disquera?", y dentro de los panelistas estuvieron Camilo Lara (director de EMI), lván Morales (Warner), Héctor Mijangos (Noiselab), Lynn Fainchtein, Alberto Moles (Popartmusic - Argentina) y un servidor en representación de Astro Discos. También participó como moderador Miguel Solís, titular del programa de música en español de Reactor 105.7 fm

A continuación me he permitido transcribir lo que en su momento me permití leer a los asistentes, en su mayoría músicos y bandas independientes que, seguramente, día a día no sólo se preguntan si necesitan una disquera, sino también si el camino de la música es el correcto.

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¿NECESITO UNA DISQUERA?

Primero que nada, estoy realmente agradecido por la invitación. Estar en
este panel me supone un gran honor, pues a mi alrededor hay personas con una inmensa experiencia en el mundo de la música y yo apenas soy un principiante. Gracias por compartir su aprendizaje.

Yo desde chico me imaginé en esto, pero no fue sino hasta hace cuatro años que di el paso. La decisión de ser lo que soy y de haber llegado aquí, ha significado la prueba más importante de mi vida, un cambio absoluto de mis hábitos y una renovación profunda de las creencias que adopté mientras fui educado. Admiro de corazón a los músicos y los alabo, se requiere de un gran valor para decirle al mundo quién es uno, y ustedes lo hacen con su trabajo.

Siempre quise hacer un disco, pero siempre lo vi muy lejano. Desde niño fui un alumno destacado, pero nunca aprendí a escribir ni a leer música, que es lo que más amo. De profesión soy abogado, y hasta hace unos años gran parte del día lo pasaba en el tráfico, corriendo de tribunales a juzgados y de ahí al despacho. Pero en el coche me convertía en cantante, y mientras más tiempo estuviera atorado en el periférico, mejor.

Después de muchas aventuras, que otro día les contaré, llegué a la conclusión de que tendría mi propia disquera para editar mi propio disco, el cual grabé hace sólo dos años con un amigo, también abogado. Sólo de imaginarme a la cantidad de payasos que me iban a batear, preferí evitarlos.

Estaba en España, estudiando una maestría en ciencias afines al Derecho, mas no finas, cuando literalmente toqué la puerta de Astro Discos para decirles que me gustaban dos grupos de su catálogo: La Habitación Roja y El Columpio Asesino. Los vi en vivo en algún bar de Madrid y los visualicé en México tocando. En verdad me gustaron mucho y pensé que podrían gustar por acá.

Sin tener la menor idea de lo que implicaba, o de cómo se hacía, le propuse al dueño del sello lanzar sus discos aquí en México, y él, no sé por qué, respondió que sí sin dudarlo. Sería que puse cara de experto o que me vio el entusiasmo, pero ahí venía yo de regreso a este país con la tarea de editarlos.

Afortunadamente escogí bien, La Habitación Roja y El Columpio Asesino gustaron. Llegando a México busque en Internet los teléfonos de las estaciones de radio y pregunté por los encargados, que después de varias llamadas descubrí que los llamaban programadores, aquellos seres que odiamos si nos ignoran y que amamos si nos hacen caso, porque cuando oyes tu canción sonar en el radio sientes algo más que un orgasmo.

Después aprendí que también necesitaba hablar con gente de las revistas y los periódicos para que escribieran de los discos, y además que sus reseñas debían publicarse cuando los discos estuvieran perfectamente distribuidos en tiendas, si es que estaban perfectamente bien maquilados.
No tenía la menor idea de eso y de muchas otras cosas, pero de una manera natural, derivada del trabajo, los conocimientos fueron llegando y después los contactos. No es que ahora viva al cien por ciento de esto o que sea millonario, pero ahí voy andando en el camino que siempre quise andar, con unos diez discos editados (entre ellos el mío) y un libro bajo el brazo.

A donde quiero llegar con todo esto, es a un lugar dentro de cada quien que se llama confianza. La confianza es un estado interno y gracias a ella podemos llegar afuera a donde queramos. No dependemos de nadie más que de nosotros mismos para ir ahí, es cuestión de creer y de expresarlo. Los recursos, las herramientas y la información las llevamos dentro, es sólo cuestión de concentrarse y utilizarlos. Los sueños están al alcance de nuestras manos.

El necesitar o no una disquera es una cuestión accesoria, lo primero es confiar que solos o acompañados llegaremos a donde tanto deseamos. Ese es el punto de partida. También considero importante que los grupos vean a las disqueras como un medio y no como un fin y para ello es necesario tener claro el objetivo.

Definitivamente los grupos y los artistas que comienzan, pueden favorecerse de la estructura de un sello, de sus contactos y del know-how con que cuenta una empresa discográfica, pero también es cierto que en estos tiempos modernos la mayoría cuenta con el poder y los medios para hacerlo de una manera autosuficiente. Una vez que arrancan los proyectos (porque no todos logran siquiera empezar), las necesidades las va marcando el funcionamiento, y entonces sí puede llegar un momento en el proceso en el que sea fundamental trabajar con una disquera que impulse al grupo a otras dimensiones y niveles.

Gracias y suerte.

FJ Koloffon.

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Deseo que estas palabras, que son mi experiencia, sirvan de algo.

Saludos,

FJ Koloffon

miércoles, 9 de julio de 2003

Vive: Poema terrenal

VIVE: Poema terrenal

Hay muchas cosas que la vida quiere darte, recíbelas y no tengas miedo. Sino aparecen tan fácilmente, búscalas. Si aparecen ante ti dos veces, no lo dudes y tómalas, es difícil que regresan una tercera vez.

Disfruta más la vida, que es tuya y es una, no se repite, no hay segundos chances. Alza tu mirada y ve las cosas desde una visión más amplia y extensa, abre los ojos y observa bien. Escucha lo que el aire intenta decirte. Si sueñas con una persona y despierto la recuerdas, búscala.

Habla y te escucharán. Si tus labios dejan hablar a tu alma, tu alma encontrará a su alma gemela. Conoce lo que no has visto y lo que no has vivido, se consciente y ten cuidado pero ábrete y conoce las diversidades de la vida, los distintos mundos del planeta, los distintos pensamientos de la mente.

Sigue a tu corazón más que a tu mente. Siente el Amor, Encuentra el Amor. Recibe el Amor si es verdadero. Sabrás que es verdadero porque tu corazón te lo dirá y con tu propio Amor lo sentirás.

Cree en la magia y verás como aparece la vida. Vive la magia y se testigo de cómo se transforma en tu realidad. Cree en la magia y vuela en el mundo con tus sueños. Cree en los sueños y despertarás soñando. Cree en los sueños y vivirás en uno.

Piensa en los demás pero nunca te menosprecies ni desconsideres junto a ellos. Has el bien y recibirás el bien. Da tu amistad y tendrás verdaderos amigos. Grita la felicidad y contagiarás a los demás. Comparte tu tristeza y siente el consuelo.

Mira las estrellas, admíralas y serás una. Respira profundo con la mente en blanco. En negro. Respira y deja entrar la tranquilidad a tu vida, a tu cuerpo.

No vivas actuando, porque cuando caiga el telón habrá acabado la función sin haber empezado la vida. Se Tú frente a todo el mundo y el mundo será tuyo. Mira a tu alrededor y verás que eres único pero igual a los demás. Mira a tu alrededor y date cuenta de cuánto Amor falta, pero siente más todo el Amor que existe. Mira hacia el Sol y date cuenta que la oscuridad es sólo parte de la luz.

Piensa en tu vida entera y compara con ella los problemas que has vivido, si piensas que la vida ha valido la pena, sigue adelante, si piensas que los problemas la han superado, sigue adelante hasta que la vida los rebase, hasta que haya más de bueno que de malo. Todavía tienes mucho que ver, que sentir. Mucha alegría, mucha magia, mucho Amor. Pide ayuda y la recibirás.

No confíes en personas que critican o hablan mal de otros a sus espaldas, porque cuando te des la vuelta hablarán de Ti. No seas cómplice de la humillación, del dolor, del sufrimiento, del mal. Respeta y te respetarán. Confía en quien debas confiar y deja que confíen en Ti. Procura en momentos la soledad para que ningún pensamiento externo a ti distorsione tu realidad y tu sentir.

Vive la vida. Cuida la vida. Aprovecha la vida. Siente la vida. Disfruta la vida. Comparte la vida. Ama la vida.

Mira a tu alrededor y observa quienes están a tu lado, alguien te ama, descubre quién es. Busca el Amor y lo encontrarás, si es que él no te encontró ya a Ti.

Despierta y se sujeto de las sorpresas de la vida. Despierta y vive.

A Dios.



***texto extraído de la novela EL ASTRONAUTA TERRESTRE, de FJ Koloffon.